jueves, 21 de agosto de 2014

Corazón no latas en su pecho, late en mi mano, unéte al mío y no abandones mi cuerpo, que va muriendo lentamente en el frío sendero que un día recorrío mi esencia. Vuélvete plegaría para este cuerpo hueco vacío de sentimientos que dejaste un día abandonado a su suerte, a su muerte sin fin en la agonía de vivir sin tí.

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