Busco en mi pensamiento
aquellas palabras hermosas,
que nacieron en el preciso instante.
Ahora,
Agua de sal caen por mis mejillas,
ahogando los recuerdos del ayer,
ya no es el hoy de nosotros,
dos desconocidos,
que jugaron con su sino,
y éste jugó con los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario