domingo, 20 de abril de 2014
Algunas personas lucen en la vida,
como sepulcros limpios e inmaculados.
Ocultan sus miserias debajo del felpudo,
y de vez en cuando, se ven con la moral tan alta,
que echan el responso desde un altar ficticio,
de lo que es correcto o no,
aquellos que una copa en la mano nos creemos reyes de la creación.
Estos seres no se dan cuenta que son viejas capillas
que si se supiera todo
lo que sus entrañas esconden serían catedrales.
Estos seres a fin de cuentas son como el tal Noé,
te echan el diluvio encima,
y luego te ponen a secar al sol,
para que curtas en la vida,
porque lo que llevas a tus espaldas,
es simple cuento de hadas,
y aún te queda vida por aguantar mi niña.
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