Los demonios de la noche
torturan mi alma
atrayéndome hacia ellos
renunciado a la esperanza
Mi alma quebrada por el dolor no esperado y asimilado ya casi como rutina impuesta por la vida. Se manifiesta como tragicomedia entre actos y ritos extraños. Que extraña es la delgada línea entre los sueños y la vida. Que te hace madurar y matar a la niña. Que se oculta tras las faldas de alguien que no le mostro caricias. Ahora lo entiendo. Ahora entiendo esta cruel y puta vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario