Existen condenas
dulces de cumplir
la del corazón enamorado
que no quiere sufrir
en esa dulce condena me hallo satisfecha
de amarte con locura
como quien ama la ternura
de la madre
amamantando al hijo nacido de su vientre.
Dulce condena por mi impuesta
ni por mil años
rompere las cadenas.
dejar de amarte es un terrible tormento
Hallome feliz en este loco sentir de mi condena de amor por ti.
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