miércoles, 26 de febrero de 2014

Acaricio la noche. Ya en la madrugada Mis ojos se adaptan a tu mirada Cálida y tierna. A veces extraña no aceptas mis besos mis abrazos son espadas que te hieren el pecho Sin dejar lugar a la nada cautiva de mentiras fui mártir de alabanzas Cruce la frontera del bien y del mal. aguardando callada Oír un lamento de tu voz Y acudir rauda a la llamada De los corazones vencidos en duras Batallas

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