Lo recuerdo como si fuera ayer, un día 5 de Enero, cuando trabajaba en Carrefour. Finalizaba mi turno y mi contrato, y llego un señor para que le envolviera una mochila y un estuche para sus hijos, me dijo que estaba en el paro, y no podía regalarles nada más.Aquello toco mi alma, envolví los regalos con más esmero que ningún otro. Ahora pasados unos años, veo que somos muchos los que estamos en paro, amig@s, que quisieran el día 6 ver a sus hijos abrir regalos de Reyes, pero esta miserable crisis, no permitirá. Estos días, nos hemos hartado de comprar, cebado de comer, pero, ¿hemos pensado en quién no tiene? Una conocida mía dice que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, a lo que respondo que no. Nos han empobrecido, nos han humillado, nos han hecho perder la dignidad, pasar hambre, pero no hemos malgastado. Nos han impuesto, un mundo capitalista, en el "qué tanto tienes, tanto vales", sin darnos cuenta, que valemos por lo que somos. A veces, como decía mi abuelo, no hay nada peor que un pobre harto de pan, a esto me refiero a estos huevos del aguilucho, que nos empobreció y retrocedió a 40 años de dictadura, y ahora sus huevos a 35 de propina, donde un pueblo, se ve abocado a sobrevivir, unos con más suerte que otros, pero dentro de esa suerte, y al abrir los regalos materiales el día 6 piensa, en quién no tiene, bríndale una sonrisa, tu tiempo. El tiempo es el mejor regalo que puedes ofrecerle a alguien. Yo perdonarme pero dejaré que esa noche mágica del día 5de Enero me haga retroceder en el tiempo, cuando oía los petardos y cohetes, que anunciaban que los Reyes venían, y toda nerviosa esperaba a mi padre para bajar a ver la Cabalgata, y cogiamos caramelos, compitiendo con mi hermano, que bajaba con los amigos. Cambiaría miles de regalos, por volver atrás en el tiempo, y observarme en ese instante disfrutar con mis padres de la cabalgata, e irnos luego a comprar el Roscón. Por eso el mejor regalo es el tiempo que le dediques a una persona, y no algo superficial que quedará en el olvido.