jueves, 4 de junio de 2015

No olvidaré el instante que tus ojos se fundieron con los míos. El ocaso dio preludio al alba Y mi cuerpo desnudo, te buscaba acurrucada en la mañana tanteado entre las sábanas. Melodía era tu voz en mis oídos, no era cordura sino locura la que me hizo sentir tanta desazón.

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