Te he visto amanecer,
para volverte a perder,
en el jardin del olvido,
donde el cuerdo duerme
Y el loco se mece
en el balacín de la angustia,
mientras el búho vuela
de rama en rama
en la noche sin fin,
en la oscuridad
de los pasos perdidos.
Los amantes se miran
como desconocidos,
la noche acompaña
a la solitaria dama
un rayo de luna la canta.
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