jueves, 21 de agosto de 2014

Miro al espejo, sin saber a veces, quien hay detrás de él que me observa, con mirada inquita. y a veces pilla. Tal vez, sólo vea el reflejo de la vida que gira y gira, y no da tiempo a disfrutar del regalo que es la vida. Nos acordamos de aquellos que se fueron en torno al espejo, que devuelve la imagen del niño ingenuo que muríó por el veneno de la sociedad que no le aceptó, ni comprendió y aduló sus excesos. Miro al espejo como el escaparate que es del alma encogida, por un nudo de dolor, la congoja de la savia herida.

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