lunes, 9 de junio de 2014

Mi oficio no es ser poeta. Sino sólo se admirar la belleza que ocultan tus ojos tristes y reflexivos que me tienen cautiva y en dulce hechizo. ¿Qué tienen esos ojos a veces en calma otras en tempestad como las aguas del mar? Si fuera poeta escribiría mil poemas exalzando tu proezas. Si fuera poeta te escribiría sonetos, tankas y sextetos y los recitaría a los cuatro vientos. Si fuera poeta jamás te dejaría marchar, sería la esclava de tus palabras. Si fuera poeta serías mi muso, mi fuente de inspiración, mi dulce placer que al contemplarte la palabra de mi nacería y en hojas plasmaría. Si fuera poeta siempre te amaría.

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