viernes, 20 de junio de 2014

Fui príncipe de la mentira, mendigo de tu alma, Fui tu caballero y tu mi dama, Recorro los estrechos senderos de los trigales, dorados por el sol de la mañana, buscando mi destino, anhelando tu amor. Fui mendigo de la lujuria, que me quemo las entrañas, convirtiéndome en estatua de mármol. Soy una farsa que lleva la máscara de la hipocresía, para que no sientas el dolor de mi corazón partirse en mil heridas. Fui mendigo de ti, sólo me queda en esta vida caminar por los trigales y encontrar tú compañía, tal vez sea benévolo así conmigo este mi sino.

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