Nos unimos en un sólo cuerpo.
Y el tiempo nos dio la razón.
Fuimos amantes clandestinos.
Sorteando mil y un peligros.
Lloramos, caminamos pérdidos
y juramos jamás separarnos,
pese al destino.
Pero el destino nos la jugo.
Borro todo rastro de nuestro amor.
Y ahora vagamos sin recuerdos.
Pero sintiendo que un día amamos
tanto que dos volverán a ser uno,
y no habrá nada en este mundo
que separe a dos amantes
que burlaron a sus sinos.
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