sábado, 9 de noviembre de 2013

Para mi sobrina, para mi sangre

Sería emocionante, quién los pillará los 20 añitos y tener una máquina que viajará en el tiempo, y nos dejará volver, al momento más feliz de nuestra vida, el día que te conocí. Eras un bebe precioso, y yo toda orgullosa de ti, por fin, una chica más en la familia. Me quede con ganas de tener una hermana, ahora no cambiaría nada. Ni una coma de mi vida, ni lo bueno ni malo, todo fue trazado. Recuerdo aquella tarde que te conocí. Me dio miedo cogerte, pero te tuve en mis brazos. Las primeras navidades. Que pasamos. Cuando empezaste andar. Y todo lo tocabas. Recuerdo. Lo de "te come a ota tata", te hizo gracia. Y te chula no recuerdo haberlo dicho. Alma cándida si eras un bebé. Han pasado los años, y en estas dos décadas, perdimos a alguien. Que te adoraba, que se desvivía por ti, tu abuelo, que presumía de nieta. Qué pena no le conociéramos ambas más, pero cuando hablo con tu padre, es como hablar tu abuelo. La serenidad y buena gente, mírate ahora, estudiando en la "uni", en la secta como tú la llamas. Quien iba a pensar en ese instante que te vi, que serías una gran estudiante y una gran persona. Lucha. Estudia, fórmate, rompe las estadísticas, demuestra la fuerza que te han dado tus padres, tus abuelos, de gente trabajadora y luchadora, pobres, pero honrados, no por más tener, eres alguien, si tu alma está vacía. Feliz nueva década, vívela a tope, se feliz, que nadie pare tus ideas. Tal vez dentro de unos años, tenga en mis brazos, un vástago tuyo, ya que a mí, me lo ha negado el destino, y me sienta tan orgullosa, como lo estuve en ese momento que te vi y ahora tras dos décadas lo estoy de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario